La utilización de los substratos independientemente de la variabilidad individual, se relaciona con el tipo de actividad física que implica una determinada modalidad deportiva y especialmente con dos factores, intensidad del ejercicio y duración del mismo, que se condicionan mutuamente. Es decir, a una intensidad grande la duración tiene que ser obligatoriamente pequeña, mientras que con intensidades bajas, el ejercicio correspondiente se puede mantener más tiempo.
Los sistemas energéticos utilizados en diferentes tipos de ejercicio se podrían globalizar de la manera siguiente:
a) Ejercicios de intensidad (o potencia) máxima y duración mínima (menos de 30 segundos). Ejercicios como pueden ser carreras de velocidad de 100 y 200 metros lisos, saltos, pesas, golpes de tenis, de fútbol, de golf, lanzamiento de peso, etc., utilizan única o en gran medida el sistema del creatinfosfato, capaz de suministrar en poco tiempo una gran cantidad de energía. Así, en términos medios, la velocidad máxima de provisión de ATP por este sistema es de 3,6 moles de ATP/min. El inconveniente es que la capacidad total de suministro de ATP por parte de los fosfágenos es, como ya se indicó, de 0,6 moles, lo que hace que este sistema se agote en unos 10 segundos.